Como es lógico, una de las mayores preocupaciones en el ámbito del transporte de mercancías ADR consiste en mantener los niveles de seguridad para que, en ningún caso, el traslado de dichos materiales represente un peligro tanto para el ambiente como para las personas. Si bien todas y cada una de las partes del proceso deben ser llevadas a cabo por profesionales que conozcan los procedimientos y los protocolos en caso de emergencia, lo cierto es que la propia legislación se ha encargado de procurar una normativa que regule el transporte de las mercancías ADR para así prevenir problemáticas asociadas.
Dentro del Boletín Oficial del Estado (BOE 2017) encontramos las disposiciones generales correspondientes al desplazamiento de vehículos con una carga ADR. A través de su consulta encontramos, principalmente, las restricciones fijadas por la Dirección General de Tráfico. En función del tonelaje del vehículo (si supera los 7.500 kg, con determinadas excepciones) se atribuyen unos horarios que deben ser respetados en la práctica del transporte ADR. Por ejemplo, durante buena parte de la temporada estival (del 1 de julio al 10 de septiembre) se especifican unas franjas horarias específicas, así como también se realizan indicaciones sobre días festivos y fines de semana. Algunas de las restricciones atañen a comunidades concretas debido a festividades que sólo se celebran en algunas áreas.
Otro de los aspectos a tener en cuenta en el transporte de mercancías ADR es el mapa de carreteras aplicable a los traslados. Los vehículos encargados de cargar este tipo de materiales peligrosos no pueden circular por toda la red de carreteras del Estado, sino que deben limitar la conducción a través del RIMP (Red de Itinerarios de Mercancías Peligrosas). Esta red tiene en cuenta la circulación alejada por las urbes y poblaciones, restringiendo al máximo la proximidad con las personas. Cuando un vehículo ADR necesita saltarse el RIMP, se especifica que los desplazamientos pueden realizarse por carretera convencional, pero que el conductor debe cuidarse de emplear la ruta más corta, con las entradas y salidas más cercanas al alcance.
Existen ciertas excepciones atribuidas a cargas concretas, de la misma manera que también existen restricciones de otros tipos que pueden aplicarse al transporte de mercancías ADR, como pueden ser unas condiciones climatológicas que dificulten la visibilidad y que aumenten en gran medida las posibilidades de accidente. Todas y cada una de las medidas aprobadas sirve para garantizar una buena práctica de este tipo de transportes, limitando al máximo las posibilidades de daño humano y medioambiental.